Kitty Wu ha vuelto

En algún sitio leí algo así como que cada vez que pensabas en cualquier cosa, todas las cavilaciones terminaban por llegar al mismo punto, que era esa chica. Como que cuando abrías la puerta del armario para buscar algo consistente te topabas con la fotografía de la chica, que te hipnotizaba y no tenías más remedio que tomar asiento y mirar. Y el problema es muy serio cuando piensas mucho.
También decía algo así como que se te subía a la cabeza y se quedaba ahí eternamente. Pero que merecía la pena tenerla ahí arriba por los subidones de placer que daba. Como una droga que te altera la realidad a mejor, y te hace segregar esperanza y energía. Joder, energía para parar un tren dice mi madre.