Hannah montada (seks)

Me gustaría acercaros a una postura un tanto tradicional de las gordas. En el siglo XII existían numerosos males que azotaban a la población indefensa de información.
Una de éstas teorías, la más popular, decía que las gordas eran unos seres sobrenaturales venidos de una galaxia paralela. Los habitantes de la época decían que aparecían y desaparecían con muy poca facilidad, destrozando las esquinas de las casonas y desgastando el empedrado. Según estudios recientes de la universidad de Ahukayagua, Japón, hay huellas de éstos abominables seres en el fango de la ciudad de Antananarivo. Se cree que tenían una misión especial, que jamás ha sido demostrada y de la cuál existen otras tantas teorías, a cada una más verídica que la anterior.

Las gordas tenían dos caracteres, ataques de histeria y ansiedad vomitiva, que se erradicó en 1111 a.C.
- Eran unos bichos repugnantes -cuenta un tataratataranieto de las susodichas-. Yo tuve que inventar la máquina del tiempo para operarme en Corporación Dermoestética. Sus piernas eran ventosas que atrapaban toda la grasa que encontraban en un radio de un kilómetro. Una vez me quitaron la grasa del carruaje y tuve que ir andando, eso fue la gota que colmó el vaso.
- ¿Y por qué razón no ha vuelto al siglo XII?
- AH eso, nada. He conocido a una anoréxica y me he enamorado de ella, no tiene dientes y la chupa muy bien.
- Pero, y usted tendrá papeles ¿no? Quiero decir, no es ilegal, ¿no?
- Si, no te preocupes por eso. Le dí todos mis ahorros a la policía. Me recomendaron que traficase con esa cosa blanca, el polvo ese..
- Cocaína
- ¡Eso! Siempre se me olvida, la confundo con el azúcar.

La entrevista continuó, derivando en temas mas trascendentales pero merecía la pena contar esto.

Había gordas muy buenas y gordas muy malas. Las gordas buenas regalaban pastas mágicas e iban por las avenidas saludando a la gente y atándoles los cordones desatados. Las gordas malas hacían la zancadilla a las personas mayores y tiraban globos de agua por las ventanas. Todas ellas, buenas y malas, tenían crisis psicológicas y ataques irrefrenables en los que brotaban los males antes descritos. No podían controlarse.

Los hombres altos con el pelo rojo, también conocidos en aquellos tiempos de brujas y calderos como Jonnies, eran los contratados año tras año por el Ajuntament -que no Ayuntamiento, mucho cuidado con leer mal-. Salían disfrazados de Bob Esponja y disparaban chinchetas impregnadas con Gripe A contaminada con unas cepas de Gripe aviar. La munición era mortal, recordemos que serán dos de las gripes más peligrosas de toda la humanidad. Quizás se me ha pasado explicar que Bob Esponja era un tirano, un vaquero del oeste que llegó a atemorizar a los árabes y a Inocencio X, pero es que sobreentiendo que todos debéis tener unas nociones básicas.