Me veo reflejado enfrente, la ventana está abierta, has hablado, ahora callas, es un monstruo, un arlequín, no se sabe donde, el plátano de la pasión, escuchate ventana, de perfil un ojo ve más que el otro, el tufo de las alcantarillas, como fantasmas, la sábana blanca manchada de aceite, al agua del vaso reutilizables ambos le digo bebe, ladrillos sobre aquella, la ventana, humo blanco, ¡tenemos nuevo!, es un cigarro que se consume, amemos el humo, flotemos sobre él, aspiredora.
No se necesita nada, haz un nudo y ata cabos, no desvaríes, tienes que entenderlo, el cordón umbilical no se puede romper, si entras pero dejas señas puedes volver, intenta que sean de verdad, no des pasos en falso, da pasos en falso si crees son de verdad, resbalar en la pared lisa si estás atado, no abrir vía si no te ves en la ventana, lleva casco. Intentas entender cosas que no se pueden entender. Por qué me resbalé. Por qué se ha gastado. La ostia que te llevas al estar atado, la mosca contra el matamoscas.
Aquel que dice, where the hell is, da para un grimorio, el niño que cae, el que levanta los brazos, se levanta, las flemas del que no dice, aquel que calla, aquel que se desdice, pasar por todos, ser un número, el número cero, ser el 1 2 3 4 5 55, volver al cero, se ha desatado un nudo, aprender a hacer nudos marineros de escalada de corbata, repetir, el de la ventana eres tu, ¿quién eres? ser tú, tanto tiempo para tener tiempo, descansar entre gritos, a la hora del descanso gritos, passegiare sul lungolago, allí donde olvidé la cámara, las tiniubes, el hedor húmedo, crepitar del cordón, no es un hilo, no hay, a días parece que sí, viajar al futuro y romper el hilo, no romper el cordón, no buscarlo, no importa el cordón, ir contra la resta y pelear. Perder contra los números, la multitud, que convierte el triángulo en cuadrado, perderse en los gritos, se acaba el descanso, vomitar cordón, el cordón no se compra, vomitarlo en la oscuridad y tocarlo sin verlo, es el rosa de la liberación del absoluto romántico, destruir el castillo de cartas, verlo y querer construirlo, vomitar aliento sobre los escombros hasta llorar, llorar en la ducha y no llorar, cortarse las alas y planear, planear de disfrutar del aterrizaje, aterrizar a diez metros en el árbol, la rama que se mete en la herida, que llevaba abierta de antes de las alas, sentir las hormigas del perro del sur, por el perro, entrando en la herida, crepitar de las hormigas. Cállate la boca es un pleonasmo. Cállate los ojos.