es como cuando llevas un jersey que te gusta mucho y ese día vas a ver a tu padre y quieres llevar ese jersey y se te mancha de tomate una hora antes, puedes recrearte en el momento en que se manchó todo el tiempo que quieras, puedes ver a cámara lenta como cae, puedes repasar por qué se te cayó y puedes pensar que tenías que haber hecho, luego puedes empezar a lamentarte y a lastimarte por no haber tenido tanto cuidado, puedes calcular para cuando estará limpio, supongo que cuando llegues aquí te preguntarás si se irá la mancha, puedes pensar que se irá y calcular cuando estará limpio, en dos días estará, y después queda pensar qué pasará si no se limpia, y te vuelves a culpar por haber manchado el jersey que tanto te gustaba y que según tus cálculos no vas a poder ponerte nunca más, entonces te imaginas que dentro de poco llegará el día que hubieses querido ponértelo y como has decidido que no se va a limpiar continúas maldiciéndote por haberlo estropeado y para cuando llegues aquí ya tienes lista la bola de oscuridad que parece gustarte tanto o más que el jersey.
y estarás con tu padre y de vez en cuando te acordarás de lo tonto que eres y del jersey y de la mancha, y en vez de echarlo a lavar estarás cuatro días triste porque no puedes usarlo, y bajarás a comprar el pan con la cara triste del jersey, y a la semana lo echarás a lavar, se marchará la mancha y habrás perdido una semana por tonto.