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Lo interesante de la vida es dejar el salero abierto y marcharte antes de ver quién lo usa. Ahora tienes la opción de ver en fotogramas el momento en que derrama todo en su plato, incluso puedes ponerle filtros. Ahí entran todas las triquiñuelas entre tu y el comensal con el salero, para ver quién gana la partida. Antes el comensal se sentaba y mientras salpimentaba se acordaba de su cita con el dentista, lamentablemente ahora hay más de uno pensando en cómo eludir el salero sin que el rival se percate al repasar la grabación de que se ha dado cuenta de que el salero estaba amañado.