Saliva de Ballena

Llevo una semana con pequeños pinchazos en el corazón. Todavía no se si literal o metafóricamente. El grueso de la población todavía no sabe que el corazón sirve para más cosas que para bombear sangre o amar, literal y metafóricamente.
Paréntesis. Juan Díaz y Había una vez un niño hablan de la pederastia en Camboya y mirando el tema desde la distancia hablan del Monoísmo experiencial, palabra que me acabo de inventar para definir la jodida equivocación en las mentes cuadradas por pensar que si una vez no te quemaste con el fuego nunca te quemarás. Paréntesis
Éstos meses he estado en el mundo de YUP, nadando y andando, he encontrado más islas como la mía y también penínsulas aunque solo de pasada.
Mi corazón anhela el pluralismo experiencial y se siente inútil. Se devora a sí mismo y me veo en la obligación de alimentarlo amputándome dedos -palabra desconocida por el corrector de textos- o haciendo collages.
-Cuadrado al cuadrado siempre será cuadrado, círculo al cuadrado sale cero.-

Tras una semana recordándome que tengo que cortarme las uñas de los pies, ayer me envalentoné y sin que me temblase la voz le dije a mi madre:
-¡Mamá, recuérdame cuando vuelva que me corte las uñas!
Pero no me lo recordó. Y a mí se me olvida. Y mientras tanto hago ejercicios divertentes para mi corazón.

Es aconsejable leerlo con Lou Reed.