Vida de abeja

- Perdóname por tener que escuchar esto.
- Date prisa. Entro a las nueve. Quiero darme una ducha antes.
- Les he engañado a todos. Voy a salvar el mundo. Es hora de que te vayas haciendo a la idea. No me sale rentable dormir junto a ti. Tampoco quiero que pienses que me voy de Villa Monotonía para siempre. Conservaré la casa para los calurosos veranos. Puede que incluso necesite esconderme más de una vez. No llevaré a nadie, lo prometo.
Ella lloraba en silencio, buscando refugio entre la almohada. No pude soportar la imagen. Continué. Mirando fijamente por la ventana.
- Yo no quiero arriesgar mi suerte. Suena descabellado pero la guardo para futuras emergencias.
- Pero ¿y...? -dijo con la voz quebrada
- No me llena nada de esto. Puede que me pase el resto de mi vida persiguiendo algo inexistente. Mientras nadie lo haya inventado tengo la esperanza. Pero me enfurece reconocer que me equivoqué contigo. Porque parecía que lo habías inventado. No puedes pretender ir por la selva saltando de liana en liana. Lo detesto.
- ¡Vete! ¡No vuelvas en la vida!
- Crees que no me duele, y estoy peor que tú.
No saqué fuerzas para arroparla. No me quedaban. Había invertido todo en ella y me había arruinado. Me fui sin cerrar la puerta.

Lo que más me molestaba de todo esto era que ella iba a leer la despedida de manera distinta. Yo no tenía la culpa. Por mucho que quisieses hacérmelo ver no tenías más razón. Estabas equivocada.
Es muy difícil encontrar a alguien cuyos latidos bombean a la misma velocidad que los tuyos. Las estadísticas informan de que existe una amplia oferta de corazones con poca potencia. Aunque aconsejan no revolucionarlos repetidamente. Nadie se hace cargo de ellos. El abanico de posibilidades va reduciéndose a medida que aumentamos la potencia. Puede que haya mucha gente que se conforme con su potencia. Como por ejemplo ella.

Os incluyo una parte del manual de instrucciones, para que sepáis las opciones de que disponéis tras sentiros defraudados con la compra.

- Adquirir un kit que les proporcionará mayor potencia y todas las ventajas que conlleva.
- Vigilar rigurosamente las revoluciones para no sufrir una sobrecarga. No aceptamos devoluciones.
- Aceptar las limitaciones y jamás conocer nada por encima de ustedes. Aunque corren el riesgo de descubrirlo por terceros y querer probarlo saltándose las contraindicaciones y sufrir una sobrecarga.