El arte consume el alma.
El que me contradiga está autocrucificándose. El arte se consigue vaciando el alma con quietud y dándole forma a medida que nos liberamos. Toda manifestación de arte contraria a esta técnica debe ser boicoteada. Nadie debería sentir un arte que no sea verdadero.
Un envenenamiento de los sentidos en toda regla, de eso se trata. Que alguien beba de esos falsos sentimientos producidos para provecho del artista es intolerable. Y más aún que esos mismos artistas ensalcen sus obras, en detrimento de todos.
El arte surge del dolor y de la belleza. De lo más bonito y de lo más feo. El arte no entiende de grises. No hay término medio. Toda la parafernalia surgida de la nada es gris.
El gris es un color feísimo, que surge de la nada y no termina hasta tenerlo todo. Borra los sentidos y adormece el alma. El tratamiento para recuperarse es lento y cuánto menos doloroso. El doctor suministra pequeñas dosis de dolor. Dejan mal sabor de boca. Para contrarrestar el efecto nos lo acompaña de cápsulas de belleza. Aunque muchas veces contraindicada gracias a su alto índice de adicción.
Sólo hay dos temas que me preocupen más en el mundo que la contaminación artística. Uno de ellos es el cambio de la televisión analógica a la digital. Desde que rompí la televisión a martillazos no consigo encenderla. Llevo varios días teorizando acerca de ello. Creo que todo se debe a una mala intepretación mía. El apagón analógico ha llegado y el alcalde de mi pueblo no se ha dignado a avisarme. Esto me lleva al otro tema que me produce insomnio. Los alcaldes de las localidades con menos de quinientos mil habitantes deberían medir menos de metro cincuenta. Probablemente con esta nueva ley consigamos televisión gratis para todos. Televisión digital, por supuesto.
Arte. Dícese Arte de la aplicación de la habilidad y del gusto a la producción de una obra según principios estéticos. En un ejemplo, sería algo así:
- ¿Por qué atrae la palabra gratis? Gratis, gratis
- Porque tiene seis letras y ninguna de ellas se repite
Indicación extra.
El arte envejece al artista. El continente deja paso al contenido, que se inmortaliza. Una vez terminado el proceso, el continente es inútil. Permanece inerte a menos de que vuelva a rellenarse de arte. Para los peces, decir que el arte es dolor y belleza. Antítesis que encontramos en el día a día. En la vida. El continente debe volver a vivir. Después elegirá si prefiere utilizar ese contenido para renovarse otra vez o desea dejar de vivir y permanecer eternamente con ese contenido.
Mi doctor me recomendó movimiento. Vaciar y renovarme y utilizar lo aprendido. Pulir el arte en bruto. Transformarlo en arte. Rellener el continente. Hacer del contenido algo pasajero. Hacer que prime el continente.